Científicos de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por su sigla en francés) han descubierto una nueva partícula subatómica que podría ser el esquivo bosón de Higgs, considerado crucial en la formación del universo e imaginado hace medio siglo por el físico teórico Peter Higgs, al que debe su nombre.
"Hemos logrado un hito en nuestra comprensión de la naturaleza", dijo ayer el director general de CERN, Rolf Heuer, a científicos y medios de todo el mundo congregados cerca de Ginebra.
"El descubrimiento de una partícula consistente con el bosón de Higgs allana el camino para realizar estudios más detallados, con estadísticas más amplias, que identifiquen las propiedades de la nueva partícula, y probablemente arrojará luz sobre otros misterios de nuestro universo", agregó Heuer.
Dos investigaciones independientes produjeron resultados coincidentes que prácticamente confirman la existencia de la nueva partícula. No está claro si es exactamente el bosón que describió Higgs décadas atrás.
Heuer formuló una pregunta a los científicos reunidos en el auditorio del CERN: "Como hombre lego, diría que lo tenemos. ¿Ustedes estarían de acuerdo?". Un fuerte aplauso indicó el respaldo.
Higgs, miembro de la Universidad de Edimburgo y actualmente de 83 años, fue uno de los seis teóricos que postularon la existencia de un mecanismo por el cual la materia del universo ganó masa.
Higgs publicó un documento sobre su teoría, convirtiéndose en el portaestandarte de una escuela científica, a la que muchos físicos han contribuido a lo largo de los años.
El propio Higgs argumentó que si hubiera un campo invisible responsable del proceso, debe estar conformado por partículas. La partícula es la emisaria del campo y prueba su existencia.
Él y otros expertos estaban en el CERN para recibir la noticia de lo que, para complicación de muchos científicos, algunos calificaron como "la partícula de Dios" por su papel en la conversión del Big Bang en un universo vivo.
Claramente desbordado por una emoción que reflejaban sus ojos, Higgs dijo en el simposio: "Es algo increíble que esto haya pasado durante mi vida".
Luego, el físico dijo que admira el trabajo de los miles de científicos e ingenieros que participaron en el experimento práctico y estadístico que, finalmente, confirmó lo que él y otros habían descrito matemáticamente.
"No tenía ninguna expectativa de estar todavía vivo cuando eso pasara", dijo sobre la velocidad con la que los científicos hallaron evidencia. "Es muy gratificante (...) Para mí personalmente es sencillamente la confirmación de algo que hice hace 48 años", agregó.
Higgs predijo que nuevas investigaciones de equipos del CERN probablemente confirmarán que la partícula está al menos relacionada con su idea: "Sería muy raro si no es de alguna manera un bosón de Higgs".
"Para la física, de alguna manera, es el final de una era en la que se completa el Modelo Estándar", indicó Higgs sobre la teoría básica que los físicos usan actualmente para describir lo que entienden hasta el momento por un cosmos construido a partir de 12 partículas fundamentales y cuatro fuerzas.
Los dos equipos separados del CERN trabajaron independientemente con los datos, buscando pequeñas divergencias y pudieran traicionar la existencia del nuevo bosón, una clase de partícula nombrada por el colaborador indio de Albert Einstein, Satyendra Nath Bose.
"¡Es un bosón!", tituló el Consejo de Instalaciones de Ciencia y Tecnología de Gran Bretaña en un comunicado sobre el rol de sus investigadores en la confirmación de la existencia de la partícula largamente buscada.
"El hecho de que nuestros dos equipos hayan llegado independientemente a los mismos resultados es muy poderoso", dijo Oliver Buchmueller, físico de uno de los grupos de investigación.
"Sabemos que es un nuevo bosón. Pero aún tenemos que probar definitivamente que es el que predijo Higgs", añadió.
Lo cierto es que con el nivel de certidumbre que se ha alcanzado, la posibilidad de que la nueva partícula no sea el "bosón de Higgs" es de una entre tres millones.
Los bosones son una de las dos clases fundamentales de partícula subatómica. Los otros bosones incluyen a los protones, asociados con la luz.
Los datos en los que se basan los experimentos se obtienen del Gran Acelerador de Hadrones (LHC) del CERN, situado en la frontera franco-suiza, donde se producen unas 40 millones de colisiones de protones por segundo, de las que se registran y analizan entre 300 y 600, a un nivel de energía que no puede ser reproducido por ninguna otra máquina.
Los físicos del CERN dedicarán los próximos meses a investigar las propiedades de la nueva partícula "y entender bien lo que estamos viendo", lo que podría tomar años, explicó Fabiola Gianotti, del experimento ATLAS.
TEORÍA DE LA FORMACIÓN DEL UNIVERSO. La teoría de Higgs explica cómo se agruparon las partículas para formar estrellas, planetas e incluso vida. Sin la partícula de Higgs, el universo hubiera seguido siendo una mezcla informe de partículas dando vueltas a la velocidad de la luz, según detalla la idea.
Se trata de la última pieza descubierta del Modelo Estándar, que describe la construcción fundamental del universo. El modelo es el equivalente físico de la teoría de la evolución para la biología.
Lo que los científicos no saben aún, tras los últimos hallazgos, es si la partícula que han descubierto es el bosón de Higgs tal y como se describe en el Modelo Estándar, si es una variante o si se trata de una partícula subatómica completamente nueva que podría obligar a revisar la teoría sobre la estructura fundamental de la materia.
Desde el punto de vista científico, las dos últimas posibilidades son las más emocionantes.
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